Este artículo constituye una reflexión en nuestra búsqueda de una mejora personal y social, que queremos compartir por lo que nos y os pueda aportar.
Está de moda hablar de ecología, de productos ecológicos, pero, ¿son ecológicas las relaciones?, es decir; ¿empatizamos con las demás personas?; ¿las entendemos antes de demandar que nos entiendan?; ¿buscamos el beneficio mutuo, o… solo el nuestro?.
Vivimos en una sociedad en la que se nos educa para “ser alguien en la vida”, adquiriendo títulos, compitiendo…, pero, ¿no somos ya?. Se nos inocula que SER equivale a TENER (posición, dinero, en definitiva: poder).
A partir de esta identificación de ser con tener, desgraciadamente ya desde el modo de educar en esta sociedad, competimos para alcanzar una mejor posición que nos otorgue reconocimiento social y el acceso, a cada vez más abundantes y sofisticados objetos materiales, que nos distraen y desenfocan respecto a lo verdaderamente importante porque, en el sistema competitivo en que vivimos, lo que se potencia es que consumamos y que estemos entretenidos en pelear entre nosotros/as y no cuestionemos el sistema.
En definitiva, se nos crea el virus de la separación, que nos aleja de nuestra esencia, que es común a todos/as, porque como poética y hermosamente se dice: “estamos hechos del mismo polvo del que están hechas las estrellas”.
Mientras no salgamos de esta cosificación, o de la matrix, como una querida amiga dice, no alcanzaremos nuestra verdadera realización, que no es otra que la interior, y en esta búsqueda descubriremos que, no hay separación y que formamos parte del todo.
Cuando tomamos conciencia de que el/la otro/a no existe sino que somos un todo, como lo son las gotas del océano, se produce la transformación, la alquimia y todo cambia, nos elevamos y enfocamos en nuestro verdadero propósito, que no está en el exterior sino en las profundidades de nuestras entrañas, ¿da vértigo verdad?.
La inercia es muy fuerte hacia fuera pero también hacia dentro, y es nuestra la decisión de alimentar una u otra, y nuestra es la responsabilidad de vivir una vida plena, independientemente de las circunstancias externas, y ahí está la determinante elección: o victimizarnos o responsabilizarnos.
Todo lo expuesto hasta aquí puede parecer obvio y repetido hasta la saciedad, lo complicado, y que pocas personas consiguen, es vivir sintiéndose plenos porque están en coherencia con lo que sienten y piensan. Y como en Ecoalkesan queremos mejorar y evolucionar, pretendemos que no se quede en palabras vacías, y para ello, os vamos a mostrar un método que, si se aplica, puede sanar las relaciones y hacernos sentir en paz y en coherencia; este modo de andar por la vida le hemos denominado la ACTITUD INVERSA que consiste:
1º.-En lugar de hablar mal de alguien que no está presente, hablar bien, destacando lo positivo. Y si ha habido un problema con esa persona, y se quiere comentar con una tercera, hacerlo de forma respetuosa para entender la situación y actuar con ecuanimidad. Cuando actuamos así, nos sentimos más sanos y tranquilos, también es aplicable a uno/a mismo/a, porque en muchas ocasiones nos enviamos mensajes devastadores.
2º.-En lugar de demandar primero que nos entiendan, empatizar con la otra persona previamente y, en vez de acusar (tú me has hecho…), hablar de nuestros sentimientos (me he sentido…).
3º.- En lugar de prejuzgar, tener rigor, conocer y hacer críticas constructivas, que ayuden a mejorar.
4º.- En lugar de pretender cambiar a los/las otros/as, mirar a nuestro interior, porque entendemos que no es nuestra
misión cambiar a los demás, sino evolucionar, y en todo caso, ser una fuente de inspiración.
5º.- Enlazando lo anterior, en lugar de esperar el cambio, ser el cambio conforme a nuestra llamada interior.
6º.- En lugar de competir, colaborar en la búsqueda de la mejora recíproca.
7º.- En lugar de que las circunstancias exteriores determinen cómo nos sentimos, tomar las riendas de nuestra vida, porque tú decides cómo te sientes en cada momento ya que únicamente tú tienes la llave de tus emociones y tú decides a quién se la das.
En definitiva, cambiar la mirada y no ver a las demás personas como competencia y como una amenaza, sino como compañeras de viaje, y potenciar que cada una desarrolle lo mejor de sí misma.
Si realmente conseguimos integrar este enfoque, se produce una transformación y mejora sorprendentes, probadlo y veréis lo liberados/as y el bienestar que sentís, en Ecoalkesan estamos en ello…
Un fuerte abrazo !